¡Hagan lo bueno y huyan del mal
para que vivan!
Entonces el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales será su ayudador,
así como ustedes han dicho.
Odien lo malo y amen lo bueno;
conviertan sus tribunales en verdaderas cortes de justicia.
Quizás el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales
todavía tenga compasión del remanente de su pueblo.