Situaciones que parecen sin salida o pareciera que nuestra vida se está sumergiendo en un pozo sin fin o hundiendo cómo el titanic?.
Y es precisamente esos son los momentos donde debemos acudir a nuestra roca de salvación, cuando llegamos al límite de nuestros recursos tenemos que descubrir a través de nuestra fe, los ilimitados recursos que Dios nos presenta, es un momento de refugiarnos en las promesas de Dios, a aprender a clamar, a confiar y a esperar pacientemente a que Dios nos rescate.
Esto debe ser motivo suficiente para confiar en Dios en medio de la crisis o circunstancia presente, aprendiendo agradecer y alabarle porque Él permanece fiel su fidelidad y misericordia son nuevas cada día.
Dios quiere que independientemente de las situaciones difíciles que tenemos que enfrentar a diario, nuestro andar y conducta sean rectos y tengas la mejor actitud.
Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca y me plantó en terreno firme.
Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. (Salmos 40:2 NVI)
Escrito para: https://evangelistadigital.com
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